A falta de poco, de muy poco, para el final de 2012, toca hacer
resumen y balance de uno de los Mundiales de F1 más igualados y más
emocionantes de toda la historia de este deporte. Un Mundial que Alonso
no ha podido lograr lastrado por un Ferrari un poco pobre ante un Vettel
volando sobre su Red Bull pero que ha aupado al asturiano al podio de
los mejores pilotos de la historia.
Y el mejor del 2012, gracias a su regularidad y a sus actuaciones en
pista que han hecho que sólo tres puntos le hayan separado de Sebastian
Vettel en la clasificación de pilotos a pesar de la evidente diferencia
entre el Red Bull y el Ferrari, más que evidente diferencia sobre todo a
una vuelta y en clasificación gracias al uso libre del DRS.
Con todo, Fernando ha estado en la lucha desde la primera hasta la
última carrera, y ha dejado escenas y momentos para el recuerdo como las
victorias en Malasia y en Alemania, y sobre todo como su triunfo en
Valencia, prueba en la que arrancaba desde la 11º posición y en la que
terminó cruzando en primer lugar la bandera a cuadros.
Pero no todos los grandes momentos de Alonso han sido en sus
victorias, también en su lucha, como la realizada en Brasil y en Italia,
y en adelantamientos como los hechos a los McLaren en la India, y el
sufrimiento en Abu Dhabi cuando parecía que Vettel, que salía último por
sanción, podría incluso superarle en una carrera llena de incidentes.
Precisamente dichos incidentes son la peor noticia. Y la mejor,
porque viendo el de Spa con Grosjean la buena nueva es que Fernando
salió ileso del tremendo impacto. Sólo en esa carrera y en Japón, por un
toque con Raikkonen, Alonso dejó de puntuar. Puntos que habrían llevado
a Alonso al tricampeonato.
Toca 2013, año en el que de nuevo hay una opción para lograr el
ansiado tercer título que confirme al asturiano en el olimpo de la F1.
Para ello, Ferrari y Alonso deben ir de la mano.
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